Neoplasias malignas y premalignas anogenitales: hechos y controversias

Las neoplasias malignas y premalignas anogenitales son un importante problema de salud personal/pública debido a sus efectos en la salud física, mental y sexual de los individuos. Además, debido a su asociación etiológica con la infección por el virus del papiloma humano (VPH), las neoplasias anogenitales y las premalignas constituyen una inmensa carga para la salud pública. Además de la infección por el VPH, la inmunosupresión, la infección por el VIH, las dermatosis crónicas, como la liquenoesclerosis, los tratamientos previos de radioterapia y quimioterapia, y el tabaquismo, son los otros factores etiopatológicos importantes en el desarrollo de neoplasias anogenitales y premalignas. La incidencia del carcinoma de células escamosas (CCE) anal ha aumentado considerablemente en la última década, principalmente debido al creciente número de casos en grupos de alto riesgo, como los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres, los individuos inmunodeprimidos y los pacientes con infección por VIH. Asimismo, se ha observado un aumento de la neoplasia intraepitelial vulvar (NIV) y del cáncer vulvar invasivo relacionado con la NIV en mujeres menores de 50 años debido a su asociación con las infecciones por VPH en la última década. El CCE del escroto parece ser el primer cáncer relacionado con la exposición laboral. La enfermedad de Bowen, la papulosis bowenoide y la eritroplasia de Queyrat son las neoplasias premalignas más frecuentes de la región anogenital y todas ellas son formas de neoplasia intraepitelial escamosa. Desde el punto de vista histopatológico, estas afecciones comparten características histológicas idénticas al CCE in situ, pero sus características clínicas difieren. El diagnóstico precoz es vital para mejorar el pronóstico, especialmente en las neoplasias anogenitales. Además, si se produce un retraso en el diagnóstico, las opciones de tratamiento utilizadas se asociarán con importantes efectos negativos en el bienestar psicológico y la calidad de vida del paciente; por lo tanto, el tratamiento de las neoplasias anogenitales y las premalignas debe organizarse de forma multidisciplinar.