Obliteración transvenosa retrógrada con balón (BRTO)

¿Cómo funciona el procedimiento?

El radiólogo intervencionista insertará un catéter con balón (un tubo fino y flexible con un pequeño globo en un extremo) a través de una vena del muslo o del cuello y guiará el catéter hasta el hígado utilizando la fluoroscopia como guía. A continuación, el catéter se dirige a la derivación gastrorrenal o gastrocava y el globo se expande para bloquear la derivación.

El radiólogo intervencionista realizará entonces una venografía, que es un tipo de técnica de imagen en la que se utilizan rayos X para ver los vasos con claridad. Esto permitirá al radiólogo intervencionista confirmar exactamente qué vasos deben tratarse y si hay otros vasos anormales o dilatados que no se hayan identificado previamente. A continuación, se inyectará una medicación en los vasos dilatados a través del catéter, hasta llenarlos por completo. Esta medicación permanecerá en el vaso durante un breve período de tiempo, y luego se retirará bajo fluoroscopia.

A continuación se realizará otra venografía, para confirmar que el flujo sanguíneo en la derivación se ha detenido. Por último, se desinflará el globo y el radiólogo intervencionista retirará el catéter.

¿Por qué realizarlo?

Se le puede aconsejar que se someta a este procedimiento si corre el riesgo de sufrir una hemorragia por várices gástricas y encefalopatía hepática, o si ya tiene una derivación gástrica. La encefalopatía hepática se refiere al empeoramiento de la función cerebral causado por un hígado dañado.

Aunque el DPIT se ha considerado el tratamiento estándar para las varices gástricas que no han respondido a otros tratamientos, informes recientes han afirmado que la BTRO es una forma menos invasiva y más eficaz de tratar las varices que la cirugía de derivación o el DPIT. El DPIT no siempre provoca la desaparición de las varices gástricas, mientras que la OTRB puede, en la mayoría de los casos, destruir completamente estos vasos.

La OTRB ha tendido a utilizarse para prevenir la hemorragia por varices gástricas. También es una terapia eficaz para la esclerosis (estrechamiento) de nuevas derivaciones portosistémicas con la complicación adicional de la encefalopatía hepática. Una de las mayores ventajas de la OTRC es la preservación de la función hepática. Además, el aumento del flujo sanguíneo en la OTR puede mejorar también la función hepática en los casos en que el paciente tiene cirrosis (cicatrización del hígado).

¿Cuáles son los riesgos?

Las complicaciones relacionadas con el procedimiento son menores e incluyen hemorragias e infecciones. En raras ocasiones, el bloqueo de la sangre a las várices gástricas puede aumentar aún más la presión sobre el hígado, causando daños en el mismo.

Las complicaciones más graves del procedimiento, sin embargo, están relacionadas con el medicamento utilizado para bloquear los vasos, que se llama oleato de etanolamina. La entrada de una cantidad relativamente grande de oleato de etanolamina puede provocar complicaciones graves. Estas complicaciones incluyen la embolia pulmonar (bloqueo en la arteria principal de un pulmón), líquido en o alrededor de los pulmones, hipersensibilidad, fiebre, problemas con el flujo de sangre al corazón y la formación de pequeños coágulos de sangre en los vasos de todo el cuerpo. El oleato de etanolamina también provoca hemólisis, que es la ruptura de los glóbulos rojos. Para evitar que esto ocurra, sólo se utiliza una dosis baja del medicamento.

Bibliografía

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