Orígenes de los antropoides: una posible solución a la paradoja adapidae-Omomyidae
La evidencia de la anatomía comparativa y la bioquímica de los primates vivos indica que los tarsiers están más estrechamente relacionados con los antropoides que los prosimios peinados con dientes, lo que sugiere una ascendencia omomídea para los antropoides. Por otro lado, las pruebas paleontológicas indican que los adaptados son más adecuados como ancestros de los antropoides que los omómidos. Estas conclusiones y los datos de los que se derivan se han considerado incompatibles entre sí. Sin embargo, estos conjuntos de datos son incompatibles sólo a la luz de ciertas suposiciones. El argumento neontológico a favor de la ascendencia de los omómidos depende de la suposición de que los prosimios con cresta de dientes descienden o son el grupo hermano de los adaptados. Este vínculo filogenético nunca se ha establecido ni por la identificación de características derivadas compartidas ni por el descubrimiento de fósiles intermedios en morfología. En cambio, es posible que los adápidos formen un clado con los omómidos, los tarseros y los antropoides, y que este clado comparta un ancestro común con los prosimios con peine de dientes (Gingerich & Schoeninger, 1977). La consideración de esta hipótesis lleva a las conclusiones de que el estudio comparativo de la anatomía y la bioquímica de los blandos no puede utilizarse para refutar una ascendencia adaptada de los antropoides, que la dicotomía haplorina-estrepsirina tiene un valor extremadamente limitado cuando se aplica a los taxones fósiles, y que los prosimios con peine de dientes, en lugar de los tarseros, pueden proporcionar el mejor modelo conductual y ecológico de un ancestro antropoide a pesar de sus relaciones cladísticas.