Los biofotones como portadores sutiles de energía | RegTech
Biofotones
La bioluminiscencia se produce en organismos vivos como las luciérnagas y no debe confundirse con los biofotones. La bioluminiscencia se produce debido a la presencia de sustancias bioquímicas específicas en estos organismos. Los colores vivos que emanan de estos organismos sirven para atraer a una presa o para la propagación de la especie. Estas sustancias bioquímicas no están disponibles en todos los organismos (por ejemplo, no en los humanos). De ahí que la bioluminiscencia se observe sólo en algunas especies. Los biofotones, sin embargo, son partículas de luz que se generan en el interior del cuerpo y se irradian constantemente desde la superficie corporal. Se cree que estas emisiones espontáneas están asociadas a la generación de radicales libres debido a los procesos metabólicos energéticos. Dado que estos procesos metabólicos dinámicos son comunes a la mayoría de los sistemas vivos, es probable que todos los seres vivos den lugar a biofotones. Además, estas emisiones de luz son extremadamente débiles y, por tanto, no pueden observarse a simple vista. Para detectar los biofotones se necesitan contadores de fotones especiales que sean sensibles para captar incluso un solo fotón en el entorno.
En un experimento, se utilizaron tubos fotomultiplicadores junto con una cámara de carga acoplada. Cualquier estrés en la piel en forma de exposición a la radiación ultravioleta o al humo de los cigarrillos aumenta la emisión de biofotones, mientras que la aplicación tópica de ácido ascórbico o de soluciones antioxidantes reduce dicha radiación. Se cree que los estudios de la emisión espontánea de fotones ultradébiles podrían utilizarse para evaluar el envejecimiento en los seres humanos, así como para determinar los procesos oxidativos en ellos.
Se sabe además, que tras la práctica de la meditación, las emisiones de biofotones del cuerpo disminuyen; esto podría deberse a la reducción de los radicales libres en los sujetos que meditan. La comunicación y el control son dos actividades necesarias dentro y entre las células para mantener la homeostasis. Normalmente, se piensa que ambas funciones se consiguen por medios bioquímicos y neurológicos. Ahora se piensa que la fuente de luz coherente es otro brazo a través del cual se logran tanto el control como la comunicación. Esto puede ser cierto especialmente en las comunicaciones de largo alcance en el cuerpo.
Los biofotones coherentes como señal de control se proponen también en la teoría de la acupuntura. La coherencia es una propiedad cuando las fases de las señales están relacionadas de forma precisa como en un láser que da al rayo láser sus propiedades únicas. En este punto es tentador pensar en los biofotones como equivalentes a la energía Qi tal y como se modela en la Medicina Tradicional China o al prana en el Ayurveda y el Yoga. Sin embargo, es demasiado pronto para sacar esta conclusión. Quizá exista un intercambio dinámico entre el Qi/prana y los biofotones; los fotones del cuerpo, a su vez, participan en la biocomunicación y la señalización. Dado que los biofotones son también un resultado de los procesos oxidativos, podría haber una compleja interrelación entre los procesos oxidativos, los biofotones y la energía Qi.