Prolapso de órganos pélvicos
Hay varias opciones de tratamiento disponibles para un prolapso de órganos pélvicos, dependiendo de sus circunstancias.
El tratamiento más adecuado para usted depende de:
- la gravedad de sus síntomas
- la gravedad del prolapso
- su edad y salud
- si tiene previsto tener hijos en el futuro
Puede que no necesite ningún tratamiento si su prolapso es de leve a moderado y no le causa ningún dolor o molestia.
A continuación se describen los distintos tratamientos para el prolapso de órganos pélvicos.
- Consejos de autocuidado
- Ejercicios del suelo pélvico
- Terapia hormonal sustitutiva (THS)
- Pesarios vaginales
- Efectos secundarios
- Cirugía
- Reparación quirúrgica
- Histerectomía
- Complicaciones de la cirugía
- Recuperación de la intervención quirúrgica
- Recuperación mejorada
- Consejos para el postoperatorio
- Problemas con la recuperación
Consejos de autocuidado
Si su prolapso es leve, hay algunas medidas que puede tomar que pueden ayudar a mejorarlo o a reducir el riesgo de que empeore.
Esto puede incluir:
- realizar regularmente ejercicios del suelo pélvico (ver más abajo)
- perder peso si tiene sobrepeso, o mantener un peso saludable para su constitución (puede comprobar su índice de masa corporal (IMC) utilizando la tabla de IMC)
- llevar una dieta rica en fibra con mucha fruta fresca verduras y pan y cereales integrales para evitar el estreñimiento y el esfuerzo al ir al baño
- Evitar levantar objetos pesados y permanecer de pie durante mucho tiempo
Si fuma, dejar de hacerlo le ayudará, ya que la tos puede empeorar el prolapso. Lea la guía para dejar de fumar para obtener más información.
Ejercicios del suelo pélvico
Los músculos del suelo pélvico son un grupo de músculos que envuelven la parte inferior de la vejiga y el recto.
Tener los músculos del suelo pélvico débiles o dañados puede hacer más probable un prolapso. Hay pruebas recientes que sugieren que los ejercicios del suelo pélvico pueden ayudar a mejorar un prolapso leve o reducir el riesgo de que empeore.
Los ejercicios del suelo pélvico también se utilizan para tratar la incontinencia urinaria (cuando se producen pérdidas de orina), por lo que pueden ser útiles si éste es uno de tus síntomas.
Más información sobre el tratamiento de la incontinencia urinaria
Para ayudar a fortalecer los músculos del suelo pélvico, siéntate cómodamente en una silla con las rodillas ligeramente separadas. Aprieta los músculos ocho veces seguidas y realiza estas contracciones tres veces al día. No contenga la respiración ni apriete los músculos del estómago, las nalgas o los muslos al mismo tiempo.
Cuando se acostumbre a hacerlo, puede intentar mantener cada apretón durante unos segundos (hasta 10 segundos). Cada semana, puedes añadir más apretones, pero ten cuidado de no excederte y descansa siempre entre las series de apretones.
Tu médico puede remitirte a un fisioterapeuta especializado, que puede evaluar tu suelo pélvico y enseñarte a hacer ejercicios de suelo pélvico. Suelen pasar al menos tres meses antes de que notes alguna mejora.
Terapia hormonal sustitutiva (THS)
Aunque hay pocas pruebas de que la terapia hormonal sustitutiva (THS) pueda tratar directamente el prolapso de órganos pélvicos, puede aliviar algunos de los síntomas asociados al prolapso, como la sequedad vaginal o las molestias durante las relaciones sexuales.
La THS aumenta el nivel de estrógenos en las mujeres que han pasado por la menopausia.
La medicación para la THS está disponible como:
- una crema que se aplica en la vagina
- un comprimido que se inserta en la vagina
- un parche que se pega en la piel
- un implante que se inserta bajo la piel
La THS se utiliza para las mujeres con prolapso después de la menopausia que tienen los síntomas descritos anteriormente. Se pueden utilizar cremas, comprimidos o pesarios durante un corto período de tiempo para mejorar estos síntomas.
Pesarios vaginales
Un pesario de anillo vaginal es un dispositivo que se inserta en la vagina para mantener el prolapso. Funciona manteniendo las paredes vaginales en su sitio. Los pesarios de anillo suelen estar hechos de látex (goma) o silicona y tienen diferentes formas y tamaños.
Los pesarios de anillo pueden ser una opción si su prolapso es más grave, pero usted prefiere no someterse a una cirugía. Un ginecólogo (especialista en el tratamiento de las afecciones del aparato reproductor femenino) o una enfermera especializada suele colocar un pesario.
Puede ser necesario retirar y sustituir el pesario cada cuatro o seis meses.
Efectos secundarios
Los pesarios de anillo pueden provocar ocasionalmente flujo vaginal, cierta irritación y posiblemente sangrado y llagas en el interior de la vagina. Otros efectos secundarios incluyen:
- Pasar una pequeña cantidad de orina al toser, estornudar o hacer ejercicio (incontinencia de esfuerzo)
- Dificultad para defecar
- Interferir con las relaciones sexuales, aunque la mayoría de las mujeres pueden mantener relaciones sexuales sin problemas
- un desequilibrio de las bacterias habituales que se encuentran en la vagina (vaginosis bacteriana)
Estos efectos secundarios suelen tener tratamiento.
Cirugía
La cirugía puede ser una opción para tratar un prolapso si se considera que los posibles beneficios superan los riesgos.
La cirugía para el prolapso de órganos pélvicos es relativamente frecuente. Se calcula que 1 de cada 10 mujeres se someterá a una intervención quirúrgica por prolapso cuando tenga 80 años.
Estos procedimientos se describen a continuación.
Reparación quirúrgica
Uno de los principales tratamientos quirúrgicos para el prolapso de órganos pélvicos consiste en mejorar el soporte de los órganos pélvicos.
Esto puede implicar la sutura de los órganos prolapsados en su lugar y el apoyo a los tejidos existentes para hacerlos más fuertes.
La reparación de los órganos pélvicos puede realizarse a través de cortes (incisiones) en la vagina. Suele realizarse con anestesia general, por lo que estará dormida durante la operación y no sentirá ningún dolor.
Si está planeando tener hijos y tiene un prolapso, sus médicos pueden sugerirle que retrase la cirugía hasta que esté segura de que ya no quiere tener más hijos. Esto se debe a que el embarazo puede hacer que el prolapso reaparezca.
Histerectomía
Si la matriz (útero) está prolapsada, extirparla durante una operación llamada histerectomía suele ayudar al cirujano a dar un mejor soporte al resto de la vagina y a reducir la posibilidad de que el prolapso reaparezca.
La histerectomía suele considerarse sólo en mujeres que no desean tener más hijos, ya que no se puede quedar embarazada después de someterse a una histerectomía.
Existen métodos para elevar y sostener el útero sin extirparlo, pero deben consultarse con su médico.
Complicaciones de la cirugía
Todos los tipos de cirugía conllevan algunos riesgos. Su cirujano se los explicará con más detalle, pero las posibles complicaciones podrían ser:
- riesgos asociados a la anestesia
- sangrado, que puede requerir una transfusión de sangre
- daño a los órganos circundantes, como la vejiga o el intestino
- una infección: es posible que se le administren antibióticos durante y después de la cirugía para reducir el riesgo de infección
- dolor durante las relaciones sexuales, generalmente causado por el estrechamiento de la vagina
- secreción vaginal y sangrado
- experimentar más síntomas de prolapso, que puede requerir una nueva intervención quirúrgica
- la formación de un coágulo de sangre en una de sus venas (por ejemplo, en la pierna); es posible que se le administre medicación para ayudar a reducir este riesgo después de la intervención quirúrgica (consulte la sección sobre trombosis venosa profunda (TVP) para obtener más información)
Recuperación de la intervención quirúrgica
La mayoría de las operaciones de prolapso requieren una noche de hospitalización. Las operaciones más importantes, como la histerectomía, pueden requerir varias noches de hospitalización.
Si necesita permanecer en el hospital, es posible que le coloquen un goteo en el brazo para suministrarle líquidos y un tubo fino de plástico llamado catéter para drenar la orina de la vejiga. Es posible que le coloquen una gasa dentro de la vagina para que actúe como vendaje durante las primeras 24 horas. Esto puede ser ligeramente incómodo. Los puntos suelen disolverse por sí solos al cabo de unas semanas.
Durante los primeros días o semanas después de la operación, es posible que tenga una hemorragia vaginal similar a la del periodo. También puede tener algo de flujo vaginal. Esto puede durar tres o cuatro semanas. Durante este tiempo, debe utilizar compresas en lugar de tampones.
Recuperación mejorada
La recuperación mejorada es una iniciativa del NHS para mejorar los resultados de los pacientes después de la cirugía y acelerar la recuperación.
Esto implica una cuidadosa planificación y preparación antes de la cirugía, así como la reducción del estrés de la misma, mediante:
- utilizando los analgésicos para minimizar el dolor
- evitando los goteos, tubos y drenajes innecesarios
- permitiéndole comer y beber inmediatamente después de la operación
- fomentando la movilización temprana
Consejos para el postoperatorio
Incluso con una recuperación mejorada, puede haber algunas actividades que deba evitar mientras se recupera de la cirugía. Su equipo de cuidados puede aconsejarle sobre las actividades que puede necesitar evitar, como levantar objetos pesados y realizar ejercicios extenuantes, y durante cuánto tiempo.
En general, a la mayoría de las personas se les aconseja moverse lo antes posible, con buenos descansos cada pocas horas.
Por lo general, puede ducharse y bañarse con normalidad después de salir del hospital, pero es posible que deba evitar nadar durante unas semanas.
Es mejor evitar las relaciones sexuales durante unas cuatro o seis semanas, hasta que se haya curado por completo.
Su equipo de atención médica le aconsejará sobre cuándo puede volver al trabajo.
Problemas con la recuperación
Consulte a su médico de cabecera si experimenta:
- una temperatura alta (fiebre) de 38C (100.4F) o más
- dolor intenso en la parte baja del vientre
- sangrado vaginal abundante
- sensación de escozor o ardor al orinar
- secreción vaginal anormal, ya que puede tratarse de una infección
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