Pseudoquistes antrales
Los pseudoquistes antrales se descubren a menudo en las radiografías panorámicas durante los exámenes de rutina. El infiltrado inflamatorio que causa la irritación del revestimiento de los senos suele estar implicado. Son uno de los cinco hallazgos incidentales más comunes en la tomografía computarizada de haz cónico.1
Se informa de que los pseudoquistes se encuentran hasta en el 14% de la población.2 Los pseudoquistes antrales están formados por el exudado seroso inflamatorio que se acumula por debajo de la membrana del seno y provoca una elevación en forma de cúpula o sésil con un aspecto ligeramente radiopaco y bien delineado. Aunque la causa no se ha confirmado definitivamente, los pseudoquistes antrales se han asociado a alergias, infecciones respiratorias y víricas, y a la calefacción por aire forzado (figura 1).2
Figura 1: Una masa bien circunscrita, asintomática y ligeramente radiopaca dentro de la cavidad sinusal, que ilustra un pseudoquiste antral. Imagen cortesía de Shawn Adibi, DDS, MEd, FAAOM.
Los pseudoquistes no están revestidos de epitelio; los quistes verdaderos siempre están revestidos de epitelio. En la formación de un quiste verdadero, la inflamación está presente, como una infección de la pulpa. El epitelio comienza a proliferar, forma un quiste distinto y, finalmente, se cierra del tejido circundante. El lumen, o centro, del quiste se llena de líquido debido a la presión osmótica en el núcleo del quiste. La membrana del quiste permite que el líquido entre en el núcleo del quiste para igualar la presión osmótica con la del tejido circundante, y el quiste continúa expandiéndose.3
Los pseudoquistes antrales, por otra parte, no son verdaderos quistes y no suelen estar asociados a síntomas clínicos. Los pseudoquistes antrales surgen del suelo del seno maxilar y se forman debajo de la membrana mucosa, pero no están rodeados de epitelio como lo haría un quiste verdadero. El término pseudoquiste puede confundirse con los términos diagnósticos mucocele sinusal y quiste de retención sinusal.3
Un estudio de 2014 de una población de ortodoncistas observó 842 hallazgos incidentales en 427 exploraciones de tomografía computarizada de haz cónico de sujetos, con la mayoría de los hallazgos perdidos en la nasofaringe y los senos paranasales.4 Los autores llaman la atención sobre la necesidad de una mayor formación en la identificación de los hallazgos incidentales y de tomar nota de ellos a medida que se producen. A menudo, las zonas de interés no son evidentes o no se consideran relevantes. Los autores recomiendan la competencia en la interpretación de todas las formas de radiografías.
El clínico puede confundir el pseudoquiste antral con un quiste no odontogénico, un quiste odontogénico (como un quiste dentígero, un queratocito odontogénico o un quiste residual) o una lesión inflamatoria (como un quiste radicular, un tumor odontogénico o un tumor no odontogénico). Al ver el hallazgo en una imagen panorámica, el siguiente paso es adquirir una imagen periapical de la zona en cuestión. Se debe determinar la vitalidad de cualquier diente en el área, y los dientes no restaurados sin evidencia de enfermedad pulpar o periodontal deben resultar vitales si el área en cuestión es un pseudoquiste antral de origen no dental y debe permitir la eliminación de otras entidades en algunos casos. Sin embargo, cuando se cuestiona la localización o la presentación de la entidad, suelen ser necesarias más pruebas, como imágenes avanzadas, biopsia o aspiración con aguja fina. La derivación a un cirujano oral o a un otorrinolaringólogo sería apropiada.5,6
Como dice el refrán, «el ojo no ve lo que la mente no conoce», y a menos que uno esté entrenado para ver el pseudoquiste antral, podría pasarlo por alto o confundirlo con otra entidad. Cuando se encuentra de forma inadvertida, siempre se debe perseguir un diagnóstico.
Como siempre, siga haciendo buenas preguntas y escuche siempre a sus pacientes.
1. Edwards R, Altalibi M, Flores-Mir C. La frecuencia y la naturaleza de los hallazgos incidentales en las tomografías computarizadas de haz cónico de la región de la cabeza y el cuello: Una revisión sistemática. J Am Dent Assoc. 2013;144(2):161-170.
2. Neville BW, Damm DD, Allen CM, Chi AC. Patología oral y maxilofacial. 4th ed. Filadelfia, PA: Saunders; 2015.
3. DeLong L, Burkhart NW. Patología general y oral para el higienista dental. 3rd ed. Philadelphia, PA: Lippincott Williams & Wilkins; 2019.
4. Edwards R, Alsufyani N, Heo G, Flores-Mir C. La frecuencia y la naturaleza de los hallazgos incidentales en las exploraciones de tomografía computarizada de haz cónico de gran campo de una muestra de ortodoncia. Prog Orthod. 2014;15(1):37.
5. Sette-Dias AC, Naves MD, Mesquita RA, Abdo EM. Diagnóstico diferencial del pseudoquiste antral. A propósito de un caso. Stomatologija. 2013;15(3):92-94.
6. Adibi SS, Johnson CD, Mukherji G, Ogbureke EI. Caso del mes en patología oral y maxilofacial: Pseudoquiste antral. Tex Dent J. 2015;132(4):240,272-273.
Nancy W. Burkhart, EdD, MEd, BSDH, AFAAOM, es profesora adjunta en el departamento de periodoncia-estomatología de la Facultad de Odontología de la Universidad de Texas A&M. La Dra. Burkhart es fundadora y copresentadora del Grupo Internacional de Apoyo al Liquen Plano Oral (dentistry.tamhsc.edu/olp) y coautora de General and Oral Pathology for the Dental Hygienist, en su tercera edición. Fue galardonada con el estatus de miembro afiliado de la Academia Americana de Medicina Oral en 2016. Fue galardonada con el premio Dental Professional of the Year en 2017 a través de la International Pemphigus and Pemphigoid Foundation y es receptora del Sunstar/RDH Award of Distinction 2017. Se puede contactar con ella en [email protected].