Puré de albaricoques
Si quiere conservar los albaricoques en su mejor momento durante unas semanas, cocínelos hasta obtener un puré. Utilícelo como mermelada de albaricoques frescos, revuelto en el yogur o en una tostada, o sírvalo sobre melón o rodajas de melocotón.
2 1/2 libras de albaricoques frescos y maduros
3 cucharadas de azúcar, preferiblemente orgánica, o miel suave como la de trébol
1. Poner una olla grande de agua a hervir. Llena un recipiente con agua helada. Cuando el agua hierva, echar los albaricoques y hervir durante 20 segundos. Trasladarlos al agua helada con una espumadera o una araña, y dejar que se enfríen durante unos minutos. Escurrirlos, quitarles la piel, cortarlos por la mitad y quitarles el hueso.
2. Poner los albaricoques y el azúcar o la miel en una cacerola grande y pesada, y llevar a fuego lento a temperatura media. Cocer a fuego lento de 10 a 15 minutos, removiendo a menudo, hasta que los albaricoques se hayan deshecho en un puré espeso. Retirar del fuego y dejar que se enfríe en el cazo. Cuando se enfríe, utilice una espátula de goma para raspar el puré en un tarro o un recipiente. Tapar y refrigerar.
Rendimiento: 2 tazas.
Preparación anticipada: Se conserva durante dos semanas en el frigorífico.
Información nutricional por 1/4 de taza: 82 calorías; 1 gramo de grasa; 0 gramos de grasa saturada; 0 miligramos de colesterol; 19 gramos de carbohidratos; 3 gramos de fibra dietética; 1 miligramo de sodio; 2 gramos de proteína