¿Qué es la aspermia?

La aspermia es una condición que es una de las principales causas de infertilidad masculina que impide la liberación de semen. Un hombre con aspermia no tiene un recuento bajo de espermatozoides, sino que el líquido eyaculado en su conjunto está ausente. El tratamiento de esta afección depende de la causa subyacente y del diagnóstico detallado. Los hombres afectados por esta afección pueden llegar al orgasmo con la ausencia de eyaculación.

La afección puede atribuirse a una serie de factores como la eyaculación retrógrada, la obstrucción del conducto eyaculador y la aneyaculación. En algunos casos, la aspermia se produce como resultado de procedimientos quirúrgicos realizados en el pasado, por daños nerviosos causados por enfermedades o por quistes congénitos, todos los cuales pueden tratarse.

Síntomas de la aspermia

El síntoma principal es la ausencia total de semen tras la eyaculación. También hay algunos otros síntomas que indican que un hombre podría estar sufriendo la condición:

  • Contenido de sangre en el semen, si está presente
  • Anejaculación
  • Dolor en el escroto, dolor genital y dolor urinario
  • Orina lenta después del coito

Riesgos en la aspermia

La aspermia viene acompañada de algunos factores de riesgo a los que hay que prestar atención junto con el tratamiento de esta enfermedad. Los factores de riesgo incluyen:

  • Inflamación de la glándula prostática
  • Enfermedad congénita
  • Esclerosis múltiple
  • Enfermedad de Parkinsons
  • Bloqueo parcial de la uretra
  • Testiculares trauma

Prevención de la aspermia

Las infecciones del tracto urinario pueden aumentar la posibilidad de una obstrucción eyaculatoria y, por lo tanto, deben tratarse con antibióticos tras la aparición de una infección. Esto puede prevenir hasta cierto punto la aspermia debida a la obstrucción de la vía. Sin embargo, no hay forma de prevenir el resto de causas.

Tratamiento de la aspermia

Esta afección puede tratarse con una serie de procesos basados en la causa detallada de la afección. Las opciones de tratamiento incluyen procedimientos quirúrgicos, antiinfección e inseminación artificial. La incapacidad de provocar un embarazo en una mujer fértil puede corregirse con la ayuda de procedimientos de reproducción asistida como las inyecciones intracitoplasmáticas de esperma.