¿Qué es un anfibio?
Un anfibio es un grupo de animales que nacen y viven en el agua cuando son jóvenes (larvas) y viven principalmente en la tierra que está cerca de una fuente de agua cuando son adultos.
La palabra ‘anfibio’ viene de la palabra griega ‘amphibios’ que significa ‘doble vida’ ya que estos animales son capaces de vivir tanto en la tierra como en el agua. Los anfibios fueron los primeros animales terrestres y han mantenido estrechos vínculos con el agua, donde se originaron sus antepasados. Muchas especies de anfibios viven en regiones templadas, pero algunas se encuentran en condiciones más húmedas, como los bosques tropicales. Cuando hace mucho frío, los anfibios hibernan enterrándose en el barro del fondo de los estanques o bajo piedras o troncos.
Los anfibios existen desde hace unos 230 millones de años y se sabe que evolucionaron a partir de los peces. Evolucionaron y se adaptaron para sobrevivir en hábitats húmedos de agua dulce. Los anfibios son vertebrados de sangre fría (ectotérmicos) que obtienen el calor de su entorno. Se asolean para calentarse y entran en el agua para refrescarse. Los anfibios tienen la piel lisa, 4 extremidades y se dividen en 3 grupos:
Caecilios Ranas y sapos Tritones y salamandras
Dieta de los anfibios
Los anfibios son carnívoros y se alimentan de presas vivas más que de carroña (animales muertos). La mayoría de los anfibios tienen bocas grandes y anchas para consumir animales grandes. Las ranas y los sapos pueden comer animales grandes como ratones, pájaros, pequeños reptiles y pequeñas serpientes. Una de estas comidas satisface sus necesidades energéticas durante mucho tiempo. Normalmente, la dieta de un anfibio adulto consiste en insectos, caracoles, babosas y arañas. Las larvas de anfibios se alimentan de invertebrados acuáticos. A veces, las larvas pueden volverse caníbales y consumir a su propia especie. Algunas especies, como el sapo mexicano de madriguera, tienen la boca pequeña y se alimentan sólo de termitas.
Reproducción de los anfibios
Los anfibios son típicamente acuáticos cuando son larvas y terrestres cuando son adultos. Dependen en gran medida del agua, especialmente del agua dulce. Ningún anfibio habita en agua salada (océanos y mares). Los huevos de los anfibios generalmente carecen de cáscara y todos se producen en el agua. Cuando los huevos se convierten en larvas, sobreviven durante largos periodos de tiempo en el agua antes de sufrir la compleja transformación de la metamorfosis. Se producen muchos cambios en su forma corporal que acabarán por prepararlos para la vida como adultos en hábitats terrestres. Las branquias de las larvas se pierden y se sustituyen por pulmones que respiran aire y, en el caso de las ranas y los sapos, sus colas (que tienen como renacuajos) se reabsorben y desarrollan extremidades.
El cuidado parental varía en las distintas especies de anfibios. Algunos ponen muchos huevos y no los protegen en absoluto. Algunas han evolucionado el cuidado parental y ponen un pequeño número de huevos que son protegidos por ambos padres. En las cecilias, los tritones y las salamandras, la hembra suele proporcionar protección, mientras que en las ranas y los sapos, el macho protege los huevos de los depredadores. Como los huevos de los anfibios carecen de cáscara, la protección es muy importante para garantizar que los huevos no se deshidraten o se infecten por hongos, además de ser comidos por los depredadores.
Anatomía de los anfibios
La piel de un anfibio se mantiene húmeda gracias a unas glándulas especiales situadas bajo la superficie de la piel que producen una sustancia pegajosa llamada moco. No tienen escamas, plumas ni pelos. Algunos anfibios toman oxígeno a través de la piel y los adultos pueden respirar tanto por los pulmones como por la piel. Como la sangre fluye a través de las branquias de los anfibios al mismo tiempo que el agua fluye por el exterior, el oxígeno sale del agua directamente al torrente sanguíneo de los anfibios.
La mayoría de los anfibios son de colores brillantes, especialmente las especies venenosas. Estos colores brillantes sirven como advertencia a los posibles depredadores de que no son buenos para comer y también para camuflarse. Algunos anfibios pueden cambiar el color de su piel en respuesta a los cambios de temperatura o niveles de luz.
Datos sobre la anatomía de los anfibios
Los esqueletos de los anfibios tienen muchos menos huesos que los de otras especies de vertebrados.
Los anfibios tienen un corazón de 3 cámaras, no de 4 como el de los mamíferos.
Los anfibios tienen 5 sentidos básicos, el gusto, el oído, el olfato, la vista y el tacto, igual que los humanos. Sin embargo, también pueden detectar el campo magnético de la Tierra y la luz infrarroja y ultravioleta.
Los sapos y las ranas (orden: Anura) tienen el cráneo aplanado.
Los sapos y las ranas tienen la columna vertebral corta y las patas traseras alargadas.
Las salamandras y los tritones (orden: Caudata/Urodela) tienen la columna vertebral más larga que los sapos y las ranas. Sus extremidades son más o menos del mismo tamaño y tienen colas largas.
Los tritones tienen colas aplanadas, lo que los convierte en excelentes nadadores.
Las cecilias (orden: Gymnophiona) no tienen extremidades y se desplazan mediante contracciones musculares que se mueven a lo largo de su cuerpo. Con sus cuerpos segmentados, están muy especializados para excavar.
Las cecilias tienen un tentáculo a cada lado de la cabeza situado entre el ojo y la fosa nasal. Los tentáculos se utilizan como detectores de olor para localizar presas.
Todas las cecilias tienen fecundación interna. Algunas cecilias son ovíparas y tienen larvas acuáticas. Las larvas tienen hendiduras branquiales pero no tienen branquias externas. Alrededor del 75% de las especies son vivíparas, lo que significa que dan a luz a crías ya desarrolladas.
Algunos anfibios, como las serpientes y los lagartos, mudan su piel. Algunos sapos, como el sapo europeo, mudan su piel varias veces durante los meses de verano y luego se la comen. Este hábito de reciclaje mantiene la piel de los sapos sana y llena de bondades.