RevisiónLa crisis del declive de los anfibios: ¿Un punto de inflexión para la biología de la conservación?
Los anfibios han disminuido drásticamente en muchas zonas del mundo. Este declive parece haberse agravado en los últimos 25 años y los anfibios están ahora más amenazados que los mamíferos o las aves, aunque las comparaciones con otros taxones se ven dificultadas por la escasez de datos fiables. La investigación sobre el declive de los anfibios se ha centrado en: (1) la documentación a nivel de paisaje o de población; y (2) el trabajo observacional y experimental sobre las posibles causas del declive. Aunque se sabe que la pérdida de hábitat ha afectado a los anfibios durante décadas, las investigaciones recientes se han centrado en los efectos de los contaminantes ambientales, la irradiación UV-B, las enfermedades emergentes, la introducción de especies foráneas, la explotación directa y el cambio climático. Estos factores pueden interactuar entre sí, pero los altos niveles de mortalidad no conducen necesariamente a la disminución de la población. Sigue siendo un reto importante extrapolar los datos experimentales a los efectos a nivel de población y desarrollar metodologías que proporcionen descripciones no sesgadas de la dinámica de las poblaciones de anfibios. Aunque los anfibios han sido ampliamente defendidos como buenos indicadores biológicos, hay pocas pruebas que sugieran que son más eficaces que otros taxones como medidas sustitutivas de la biodiversidad o la calidad del hábitat. Dado que muchas de las amenazas a las que se enfrentan los anfibios son extremadamente difíciles de neutralizar a corto y medio plazo, las posibilidades de mejorar -y no digamos de invertir- el declive de los anfibios parecen muy escasas.