Significado clínico del flujo retrógrado en la arteria vertebral

Aunque el flujo retrógrado de la arteria vertebral se describió hace más de 100 años, su relación con los síntomas sigue sin estar clara. Hemos documentado a 43 pacientes a los que la exploración dúplex les encontró un flujo retrógrado en la arteria vertebral. De este grupo, siete pacientes (16%) presentaban síntomas descritos como típicos del síndrome de «robo de la subclavia». Casi un tercio eran asintomáticos. De los pacientes restantes, 13 (30%) presentaban síntomas no hemisféricos, mientras que nueve (21%) tenían síntomas hemisféricos. Nueve pacientes presentaban un flujo «de ida y vuelta» en la arteria vertebral. Esta variante no se encontró en los pacientes con robo de subclavia, pero se correlacionó con síntomas no hemisféricos. Durante el seguimiento (media: 19 meses) ninguno de los pacientes asintomáticos se volvió sintomático, y no hubo accidentes cerebrovasculares ni muertes relacionadas con el ictus. Los procedimientos quirúrgicos que restauraron el flujo anterógrado de la arteria vertebral no mejoraron necesariamente los síntomas de la isquemia de la circulación posterior. En algunos pacientes se observó una mejora de los síntomas de la circulación posterior tras la endarterectomía carotídea. Se concluye que el flujo retrógrado en la arteria vertebral es, per se, una entidad benigna. La selección precisa de los candidatos quirúrgicos sigue siendo imprecisa. Requerirá no sólo la identificación de la enfermedad vertebrobasilar sino también pruebas aún no definidas para asegurar que los síntomas se deben a estas estenosis.