Todo lo que debe saber sobre la aplicación de botox en las axilas
Satín.
Equipo de gimnasia de cualquier color que no sea negro.
Sostener el riel para no causar dominós humanos en el tubo.
Todas las cosas que podrías evitar si sufres de sudoración excesiva en las axilas. Por supuesto que todos transpiramos, pero para algunos el problema es tan extremo que puede ser una fuente diaria de vergüenza. De hecho, una encuesta demostró que casi el 60% de las personas se sienten avergonzadas por la presencia de marcas de sudor alrededor de las axilas, más que por cualquier otra característica del cuerpo.
¿Qué causa el sudor excesivo?
La hiperhidrosis, o sudoración excesiva, es cuando el cuerpo va más allá de la simple producción de sudor para regular nuestra temperatura corporal y continúa haciéndolo incluso cuando se ha enfriado. Puede ser algo a lo que se es propenso por naturaleza, un efecto secundario de la medicación o un síntoma de otra enfermedad. ‘A veces los desencadenantes pueden ir más allá del ejercicio o las altas temperaturas’, dice la doctora en estética Galyna Selezneva, ‘como el frío, el alcohol, la cafeína, la comida picante, el estrés, la ansiedad u otras emociones fuertes.’
¿Qué se puede hacer con la sudoración excesiva?
Por supuesto, los antitranspirantes y desodorantes pueden ayudar a sofocar el sudor. Se calcula que el mercado mundial de esos productos tuvo un valor de unos 5.600 millones de libras en 2018, así que está claro que estamos invirtiendo en nuestras axilas.
Pero cuando un spray o una pasada de producto no es suficiente, ¿podría ser el botox el siguiente paso? Los desodorantes tópicos más potentes pueden ayudar, pero aparte de poner unos voluminosos «escudos contra el sudor» para absorber el exceso (sí, existen) no hay mucho que se pueda hacer para combatirlo. Aquí es donde entra en juego el bótox.
¿Cómo funciona el bótox para las axilas?
El bótox para las axilas (o el de los pies, la espalda u otros lugares en los que pueda padecer una intensa sudoración) funciona bloqueando los nervios que activan las glándulas sudoríparas. Esas glándulas hiperactivas son paralizadas por la toxina botulínica, apagándolas en esa zona específica. El sudor, por tanto, no se produce.
Al ser una parte del cuerpo sensible (hola, cosquillas), la Dra. Galyna siempre recomienda a sus pacientes que opten por una crema anestésica bajo los brazos antes de comenzar el procedimiento. Después, hay una media de 10 a 15 pinchazos en cada axila», dice (al igual que el Botox normal, que congela los músculos y alivia las arrugas, se inyecta en pequeñas cantidades en varios puntos, en lugar de en una gran jeringa).
Un trabajo rápido, se hace con media hora normalmente, tarda unos 10 días en hacer efecto completamente, y los resultados pueden durar hasta nueve meses.
¿Y cuáles son los efectos secundarios?
Bueno, aparte del dolor, y de cualquier riesgo médico asociado al botox que su médico debería explicarle, ninguno realmente. En contra de la creencia popular, desconectar las glándulas de una zona no dirigirá el sudor a otras, ya que funcionan de forma independiente.
Los beneficios, sin embargo, para aquellos que viven en el miedo a las manchas de pozo, podrían ser brillantes. Meses de levantar las manos en el aire como si no te importara, en realidad, sin ningún cuidado. Por eso, quizá, celebridades como Chrissy Teigen («Puedo volver a vestir de seda sin empaparme, ¡woohoo!») han dado el paso.
Puede que sea una inversión (el procedimiento, con la doctora Galyna en la clínica Rita Rakus, empieza a partir de 500 libras), y puede parecer drástico, pero a quienes sufren hiperhidrosis real, también puede cambiarles la vida.
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