Tratamiento de la hepatitis autoinmune

¿Cómo tratan los médicos la hepatitis autoinmune?

Los médicos tratan la hepatitis autoinmune con medicamentos que suprimen o disminuyen la actividad del sistema inmunitario, reduciendo el ataque de éste al hígado. Los medicamentos que los médicos prescriben con más frecuencia son los corticosteroides -prednisona o prednisolona- con o sin otro medicamento llamado azatioprina.

Los médicos suelen empezar con una dosis relativamente alta de corticosteroides y luego la reducen gradualmente. Su médico intentará encontrar la dosis más baja que funcione para usted. Su médico utilizará análisis de sangre para averiguar cómo está respondiendo al tratamiento. Una disminución de los niveles de las enzimas hepáticas alanina transaminasa (ALT) y aspartato transaminasa (AST) muestra una respuesta al tratamiento. El descenso de la ALT y la AST a niveles normales muestra una respuesta completa. En algunos casos, el médico puede repetir una biopsia hepática para confirmar la respuesta al tratamiento y averiguar si el daño se ha resuelto.

El tratamiento puede aliviar los síntomas y prevenir o revertir el daño hepático en muchas personas con hepatitis autoinmune. El tratamiento temprano de la hepatitis autoinmune puede reducir las posibilidades de desarrollar cirrosis y otras complicaciones. Una minoría de personas que no presentan síntomas o sólo tienen una forma leve de la enfermedad pueden o no necesitar medicamentos.

Remisión

Con el tratamiento, puede entrar en remisión. La remisión es un periodo en el que no tiene ningún síntoma y los resultados de sus pruebas muestran que su hígado está funcionando mejor y ya no se está dañando.

Si está en remisión, su médico puede volver a reducir gradualmente la dosis de los medicamentos y puede suspenderlos. Su médico seguirá realizando análisis de sangre rutinarios de ALT y AST y vigilando sus síntomas mientras esté en remisión para comprobar si hay una recaída.

Muchas personas con hepatitis autoinmune entran en remisión. Si las personas no entran en remisión después de tomar los medicamentos mencionados anteriormente, los médicos pueden recetar otros medicamentos para intentar conseguir la remisión.

Recaída

Después de un periodo de remisión, puede recaer si se le retiran los medicamentos. Cuando se produce una recaída, los análisis de sangre muestran un aumento de ALT y AST, y la hepatitis autoinmune comienza a causar síntomas o a dañar de nuevo el hígado. La mayoría de las personas a las que se les retiran los medicamentos durante la remisión sufren una recaída. Si usted recae, su médico reiniciará o ajustará sus medicamentos para tratar la enfermedad.

La hepatitis autoinmune suele ser una enfermedad a largo plazo, si no de por vida. Su médico deberá vigilar cuidadosamente su estado, especialmente cuando se interrumpa el tratamiento, ya que el daño hepático puede reaparecer rápidamente y ser grave. La interrupción del tratamiento sin la orientación y la supervisión de su médico puede ser muy peligrosa.

Respuesta incompleta o fallida al tratamiento

Algunas personas con hepatitis autoinmune tienen una respuesta incompleta al tratamiento, lo que significa que el tratamiento ayuda pero no conduce a la remisión. Si tiene una respuesta incompleta al tratamiento, puede necesitar tomar diferentes medicamentos para ayudar a prevenir el daño hepático.

Algunas personas pueden no responder al tratamiento, lo que significa que la inflamación y el daño hepático de la hepatitis autoinmune siguen empeorando. El médico puede recomendar más análisis de sangre y dosis más altas de medicamentos. Si el daño hepático da lugar a complicaciones, es posible que necesite tratamiento para las mismas.

El médico habla con un paciente que sostiene un frasco de pastillas recetadas.
Los médicos tratan la hepatitis autoinmune con medicamentos que suprimen el sistema inmunitario.

¿Tienen efectos secundarios los medicamentos utilizados para tratar la hepatitis autoinmune?

Los medicamentos para la hepatitis autoinmune pueden causar efectos secundarios. Su médico vigilará cualquier efecto secundario y le ayudará a controlarlo mientras toma estos medicamentos. Su médico también puede ajustar las dosis o cambiar los medicamentos que toma. Es posible que tenga que dejar de tomar corticosteroides o azatioprina si tiene efectos secundarios graves.

Los efectos secundarios de los corticosteroides pueden incluir

  • cambios en su aspecto, que pueden incluir aumento de peso, una cara más llena, acné o más vello facial
  • diabetes
  • problemas oculares, como cataratas o glaucoma
  • presión arterial alta
  • pérdida de densidad ósea, llamada osteopenia
  • problemas de salud mental, como cambios extremos en el estado de ánimo o psicosis
  • pancreatitis

Los efectos secundarios de la azatioprina pueden incluir

  • conteo bajo de glóbulos blancos recuento de glóbulos blancos
  • náuseas o vómitos
  • sarpullido
  • daño hepático
  • pancreatitis

Los corticosteroides y la azatioprina suprimen o disminuyen la actividad de su sistema inmunitario, lo que aumenta el riesgo de infecciones. Estos medicamentos también pueden aumentar el riesgo de desarrollar cánceres, especialmente cánceres de piel.

¿Cómo tratan los médicos las complicaciones de la hepatitis autoinmune?

Si la hepatitis autoinmune provoca cirrosis, los médicos pueden tratar los problemas de salud y las complicaciones relacionadas con la cirrosis con medicamentos, cirugía y otros procedimientos médicos. Si tiene cirrosis, tiene más posibilidades de desarrollar cáncer de hígado. Su médico puede solicitar una ecografía u otros tipos de pruebas de imagen para comprobar si hay cáncer de hígado.

Si la hepatitis autoinmune causa insuficiencia hepática aguda o cirrosis con cáncer de hígado o insuficiencia hepática, es posible que necesite un trasplante de hígado.