Un cuerpo en equilibrio – Ejercicios para construir y mantener su equilibrio
Todo el mundo sabe que encontrar el equilibrio en la vida es importante para la felicidad y el bienestar emocional general. Pero, ¿y el equilibrio físico? ¿Con qué frecuencia se detiene a evaluar cómo está su cuerpo en lo que respecta al equilibrio?
Nuestra capacidad de equilibrio es importante a lo largo de la vida en términos de reducción del riesgo de lesiones físicas. Sin embargo, la necesidad de equilibrio se vuelve aún más crucial a medida que envejecemos y nuestros huesos se vuelven más frágiles y propensos a romperse. Puede que vaya al gimnasio 3 veces por semana y trabaje la fuerza y el cardio, y aun así, puede que no sea suficiente para evitar las caídas a medida que envejece.
Nuestro equilibrio se controla principalmente en nuestro oído interno, mediante el sistema del vestíbulo. Esta compleja red ayuda a la propiocepción, la capacidad de nuestro cuerpo para percibir el desequilibrio. Cuando percibimos un desequilibrio, la propiocepción ayuda a enviar mensajes rápidos desde nuestro cerebro a nuestro cuerpo para solucionarlo. Cuanto más desafiamos nuestro equilibrio, más se arraigan en nosotros esas habilidades de propiocepción adaptativa.
A medida que nuestro cuerpo envejece, varias cosas que afectan al equilibrio comienzan a ralentizarse o deteriorarse (visión, fuerza muscular, audición, percepción sensorial). Como resultado, nuestro equilibrio y coordinación comienzan a disminuir y el riesgo de lesiones aumenta. Y todo esto es simplemente el envejecimiento normal!
Claramente, trabajar en su equilibrio ahora, sin importar la edad que tenga puede ralentizar este proceso normal. Cuanto antes trabaje en su equilibrio, mejores serán los resultados.
Aquí tiene algunas sencillas estrategias diarias que sugieren nuestros entrenadores:
- Póngase de pie sobre un solo pie siempre que pueda (descalzo y con zapatos de suela plana). Lavar los platos, cepillarse los dientes, hacer cola. Mientras lo haces, trata de no DESPLAZAR tu peso hacia un lado, en su lugar, LEVANTA tu peso de una extremidad. Incluso si tiene que agarrarse a algo, el simple hecho de levantar una pierna y mantener el equilibrio puede ayudar a que los sentidos de su cuerpo se mantengan agudos.
- Cambie sus entrenamientos: En lugar de hacer flexiones de bíceps de pie, añada un bosu u otro objeto inestable debajo para desafiar su equilibrio. Del mismo modo, no te limites a hacer flexiones o abdominales en el suelo, súbete a una pelota.
- Practica el cambio de peso de un lado a otro. Póngase de pie con los pies separados a la anchura de la cadera y distribuya su peso uniformemente. Al desplazar el peso hacia el lado derecho, levante la pierna izquierda del suelo y mantenga esta posición hasta 30 segundos. Vuelva a la posición inicial equilibrada y repita en el otro lado. A medida que mejore su equilibrio (puede mantenerse en un lado durante más de 30 segundos), aumente el número de repeticiones que realiza.
- Intente incorporar el yoga o el Tai Chi a su rutina de ejercicios. Sin embargo, la realidad es que cualquier tipo de ejercicio que requiera coordinación y desarrolle la fuerza del núcleo puede ayudar con el equilibrio.
Recuerda que todo lo que queremos mejorar requiere práctica. Sea consciente y trabaje en su equilibrio físico todos los días. A medida que su cuerpo envejezca, agradecerá haberse tomado el tiempo ahora.