Un disparo acabó con la vida de un prodigio que parecía ordinario

La Sra. Bremmer, que escribe libros de misterio y cuya familia cría y entrena perros, dijo que le reconfortaba la sensación de que Brandenn debía haber elegido su camino porque sus órganos -corazón, hígado y riñones- eran necesarios para la gente enferma.

«Estaba muy en contacto con el mundo espiritual», dijo la Sra. Bremmer. «Siempre fue así, y creemos que podía escuchar las necesidades de la gente. Se fue para salvar a esas personas».

Los órganos vitales fueron donados la noche en que murió, tal y como él había dejado claro desde hace tiempo que era su deseo, dijo.

La Sra. Bremmer dijo que ella y el Sr. Bremmer siempre habían sabido que Brandenn, que tenía dos hermanas mucho mayores, era inusual. El día que nació, los médicos tuvieron dificultades para encontrar el pulso, dijo.

«Las cosas fueron diferentes desde ese momento», recordó. «Es casi como si mi bebé hubiera muerto y un ángel hubiera ocupado su lugar».

Aún así, muchos de los que le conocieron dijeron que parecía bastante normal, a pesar de las circunstancias de su vida que podrían haber conducido, o incluso se esperaba que condujeran, a la excentricidad o a algo peor.

Podía actuar como un adulto en un momento y como un niño al siguiente, dijo Jim Schiefelbein, antiguo director de la Escuela Secundaria de Estudios Independientes de la Universidad de Nebraska-Lincoln, a la que Brandenn empezó a asistir a los 6 años y terminó cuatro años después. El Sr. Schiefelbein recordó cómo en su graduación, Brandenn, que entonces tenía 10 años, pronunció unas palabras de agradecimiento, se dirigió a los medios de comunicación y enseguida empezó a correr por la sala con otros niños en la ceremonia.

En la Universidad Estatal de Colorado, en Fort Collins, donde tomó cursos universitarios antes de trasladarse a una universidad comunitaria en Nebraska, más cercana a su casa, dos profesores que lo conocían lo describieron como reservado, pero no retraído: claramente apartado en un mar de jóvenes de 18 a 22 años, pero no totalmente aislado.