Una… ¡naranja al día, mantiene al médico alejado! – YourGreekDietitian
La naranja pertenece al grupo de los cítricos como la mandarina, el limón y el pomelo. Además de su sabor agridulce y su fuerte aroma, la naranja es especialmente saludable, ya que ayuda a cubrir las necesidades nutricionales del organismo en diversas vitaminas y minerales y contribuye indirectamente a la prevención de enfermedades crónicas como las cardiovasculares, el cáncer, la anemia y los trastornos del tubo nervioso. Especialmente los niños, los ancianos y los fumadores pueden beneficiarse mucho del consumo de naranjas.
El nutriente más conocido de las naranjas es la vitamina C, un importante antioxidante que favorece la salud de la piel, los huesos y las encías, la absorción del hierro y la protección de las células frente a los radicales libres. Sin embargo, la vitamina C del zumo de naranja se destruye fácilmente debido a su exposición al aire y a la luz. El ácido fólico es otra vitamina que se encuentra en las naranjas y que es esencial para la producción de nuevas células, la producción de sangre y el desarrollo del sistema nervioso. Además, la naranja contiene potasio, un mineral que ayuda a nuestro equilibrio de fluidos y a la regulación de la presión arterial.
La energía (calorías) de las naranjas proviene principalmente de los azúcares, sin embargo, como los azúcares se combinan con la fibra, las naranjas tienen un bajo índice glucémico y, por lo tanto, no provocan fluctuaciones indeseadas de la glucosa en sangre. Además, son saciantes y el agua que contienen contribuye a la hidratación del organismo.
Las naranjas pueden incluirse en nuestra dieta diaria en todo momento: en el desayuno, como merienda, como zumo fresco junto a una comida o incluso en una macedonia. Es una excelente alternativa si sientes que necesitas algo dulce y jugoso.
Considerando todo lo anterior, quizás podríamos parafrasear el proverbio de la manzana y decir que una naranja… al día, mantiene al médico alejado!