Abciximab: una revisión actualizada de su uso terapéutico en pacientes con cardiopatía isquémica sometidos a revascularización coronaria percutánea
Abciximab (Reopro) es un fragmento de anticuerpo que inhibe de forma dependiente de la dosis la agregación plaquetaria y la adhesión leucocitaria al unirse a los receptores de glicoproteína (GP) IIb/IIIa, vitronectina y Mac-1. El abciximab (0,25 mg/kg en bolo más una infusión de 0,125 microg/kg/min durante 12 horas) demostró mayor eficacia que el tirofibán en la reducción del criterio de valoración compuesto a 30 días de muerte, infarto de miocardio (IM) no mortal o revascularización urgente del vaso diana en el estudio aleatorizado y doble ciego TARGET en pacientes programados para la colocación de un stent. Además, los efectos beneficiosos del tratamiento con abciximab observados previamente en los estudios EPILOG y EPISTENT, aleatorizados, multicéntricos y controlados con placebo, se han mantenido durante un año, con una incidencia significativamente menor de complicaciones isquémicas en relación con el placebo, observada de forma consistente en una serie de subgrupos, como la edad, el sexo, el peso corporal y la indicación de revascularización. La incidencia del criterio de valoración compuesto se redujo en los pacientes que presentaban un IM agudo de <48 horas de duración en comparación con el tratamiento fibrinolítico o la colocación de un stent solo en los ensayos aleatorizados STOPAMI y ADMIRAL, principalmente debido a una menor necesidad de repetir la revascularización urgente y una menor incidencia de mortalidad. En el ensayo aleatorizado, no ciego y multicéntrico CADILLAC en pacientes con infarto agudo de miocardio (IM), la colocación de stents sola fue superior a la angioplastia coronaria transluminal percutánea (ACTP) y la colocación de stents sola no fue inferior a la ACTP más abciximab. Estudios recientes, aleatorios y multicéntricos de gran envergadura (ASSENT-3 y GUSTO-V) han demostrado una mayor eficacia (en varios criterios de valoración isquémicos) del abciximab en combinación con una dosis reducida de tenecteplasa o reteplasa en comparación con el fármaco fibrinolítico solo. Los índices de flujo TIMI de grado 3 a los 60 y 90 minutos en los ensayos TIMI-14 y SPEED fueron mayores en los pacientes que recibieron abciximab en combinación con alteplasa o reteplasa que con el abciximab solo y fueron similares a los observados con el fibrinolítico de dosis completa solo. En el estudio aleatorizado y multicéntrico GUSTO IV-ACS, no se observaron diferencias significativas en ninguno de los criterios de valoración isquémicos a los 7 o 30 días en pacientes con síndromes coronarios agudos a los que no se había programado una revascularización temprana (en las 12 horas siguientes al final de la infusión) entre los que recibieron abciximab (en bolo y en infusión a las 24 o 48 horas) y los que recibieron placebo además de aspirina y heparina. Los acontecimientos adversos más comunes asociados al uso de abciximab son las complicaciones hemorrágicas y la trombocitopenia, aunque el riesgo de hemorragia grave puede limitarse mediante el cumplimiento de los protocolos de administración actuales. Los costes del tratamiento son generalmente más elevados en los grupos de stent más abciximab y de angioplastia más abciximab que en los de stent más placebo, principalmente por el coste de adquisición del abciximab. El abciximab pareció ser más beneficioso desde el punto de vista de los costes en los pacientes de alto riesgo sometidos a revascularización coronaria percutánea electiva; entre los pacientes de menor riesgo, el tratamiento con abciximab se ha asociado a costes médicos totales intrahospitalarios y a los 6 meses más elevados que la eptifibatida.
Conclusión: El antagonista del receptor de la GP IIb/IIIa abciximab, cuando se utiliza con aspirina y heparina, ha demostrado su eficacia para reducir el riesgo de complicaciones isquémicas a corto y largo plazo en pacientes con cardiopatía isquémica sometidos a una intervención coronaria percutánea, cuando se utiliza con aspirina y heparina. Los pacientes de alto riesgo (incluidos los que padecen diabetes mellitus) se benefician especialmente del tratamiento con abciximab. El abciximab sigue siendo una opción terapéutica importante para la prevención de complicaciones en pacientes con cardiopatía isquémica.