Cáncer: Un antibiótico común puede estimular el sistema inmunitario

Facciabene y sus colegas eligieron la vancomicina como antibiótico para alterar las bacterias intestinales de los ratones porque desencadena las bacterias grampositivas y porque su acción se limita al intestino. Esto significa que no afecta al resto del microbioma del organismo.

Los investigadores administraron el antibiótico por vía oral a ratones que habían sido modificados genéticamente para desarrollar cáncer de pulmón, melanoma o cáncer de cuello de útero. Tras administrar el antibiótico, el equipo administró a los ratones una terapia hipofraccionada.

Estos experimentos revelaron que la vancomicina potenciaba los efectos antitumorales de la radioterapia. Ayudó a que el tratamiento eliminara no sólo las células cancerosas a las que se dirigía directamente, sino también las células cancerosas distantes que estaban más lejos en el cuerpo.

Esto ocurrió al mejorar la función de las células dendríticas. Estas células actúan como «centinelas» del sistema inmunitario, indicando a los linfocitos T la presencia de un antígeno y pidiéndoles que lo ataquen.

«Nuestro estudio demuestra que la vancomicina parece potenciar el efecto de la propia radiación hipofraccionada en el lugar del tumor al que se dirige, al tiempo que favorece el efecto abscópico, ayudando al sistema inmunitario a combatir los tumores alejados del lugar del tratamiento», explica Facciabene.

«Dado que la vancomicina es un agente clínico ampliamente utilizado con un perfil relativamente seguro, estos hallazgos aumentan el potencial de utilizar este antibiótico para mejorar los efectos de en con cáncer».

Andrea Facciabene et al.

Está «claro que los antibióticos juegan un papel y pueden potencialmente impactar en los tratamientos y resultados de los pacientes con cáncer», añade Facciabene. Los científicos están trabajando ahora para traducir sus hallazgos en un ensayo clínico de fase I en humanos.

«Basándonos en nuestros hallazgos», concluyen los autores del estudio, «proponemos el uso de la modulación intestinal de forma específica para cada paciente con el fin de traducir los efectos antitumorales locales en una respuesta sistémica que pueda dirigirse a la enfermedad metastásica».

Los científicos también señalan que es necesario realizar más investigaciones para comprender plenamente el papel de las cepas bacterianas específicas en la modulación de la respuesta inmunitaria del organismo.