Medicinal
Los insectos, o los productos químicos extraídos de ellos se han utilizado durante miles de años para ayudarnos con problemas médicos. Esto se llama Entomaterapia.
Algunos ejemplos:
1. Apiterapia. Más conocida como terapia con veneno de abeja. El veneno de abeja es una composición compleja de enzimas, proteínas y aminoácidos, que simula la liberación de cortisol (una hormona que el cuerpo segrega cuando está estresado). Los estudios sugieren que el veneno de abeja puede mejorar los síntomas de:
- Artritis reumatoide
- Gota
- Osteoartritis
- Bursitis
- Tendinitis
- Post herpética neuralgia
- Cicatrices dolorosas o queloides
- Esclerosis múltiple
- Fibromialgia
- Síndrome de fatiga crónica
2. Gusanos quirúrgicos (terapia con gusanos). Una herida en un animal o en una persona puede provocar problemas de infección. Si se dejan sin tratar, estas heridas pueden atraer a ciertos tipos de moscas que pueden poner sus huevos en la herida. Los gusanos que salen de los huevos se alimentan del tejido muerto de la herida y la limpian.
Los efectos beneficiosos de los gusanos en la cicatrización de las heridas infectadas han sido reconocidos desde la época de los mayas, y quizás antes. En el caso de los humanos, los gusanos se introducían en las heridas cuando se dejaban sin tratar durante demasiado tiempo. Esto ocurría con frecuencia en condiciones de campo de batalla. Pero los cirujanos observaron que las heridas infestadas de gusanos se curaban más rápidamente y con menos complicaciones que las heridas comparables que no se habían infestado.
3. Hormigas de sutura. Cuando la piel se corta profundamente, suelen ser necesarios puntos de sutura para cerrar la herida. En algunas culturas, las hormigas se utilizaban para suturar las heridas. Se sujetaba la piel, se agarraba una hormiga con grandes mandíbulas (como una hormiga militar o cortadora de hojas), se acercaba la boca a la herida y se esperaba a que la mordiera. Entonces se retiraba el cuerpo y se dejaba la cabeza con la boca de la hormiga pellizcando la piel.