No estás solo: Mi historia de cómo lidiar con la ansiedad y por qué creo de verdad en ADAA

Cuando estaba en primer año de instituto tuve mi primer ataque de ansiedad. Recuerdo que fue un martes, justo al final de la clase de biología del primer periodo. Ese día fingí estar enferma y le dije a mi profesor que tenía que ir a casa. No tenía ni idea de lo que estaba pasando ni de cómo manejar la forma en que mi cuerpo estaba actuando. Esto me ocurrió al día siguiente y lo mismo los dos días siguientes, hasta que mi madre me sugirió que fuera al médico. Me dijeron que tenía algo llamado ansiedad social generalizada.
Sin saber lo que era esto en ese momento, terminé lidiando con la ansiedad durante el resto de la escuela secundaria, donde luego me siguió a la universidad. En el fondo era una persona extrovertida, con mucha energía y orientada a los objetivos, pero lidiar con lo que pasaba en mi cabeza me impidió todo eso durante mucho tiempo. Tardé años en darme cuenta de que podía ser feliz y seguir avanzando mientras lidiaba con la ansiedad. Acabé conociendo a mucha gente diferente mientras estaba en la universidad, mientras viajaba por Europa, lidiando con diferentes problemas que me causaban ansiedad. Durante mucho tiempo fui a terapia, también probé medicamentos y todo me ayudó un poco. Pero lo que más me ayudó fue rodearme de buena gente y encontrar salidas en la vida para dejar salir esta ansiedad, para expresar lo que sentía de una manera nueva. Para mí, eso acabó siendo hacer vídeos. Empecé a dedicar horas a estos vídeos, y finalmente pude mostrar mi verdadero yo y soltarme mientras los hacía. Empecé a ver eso y fue entonces cuando me di cuenta de que tenía que compartirlo en YouTube.
Al final del día vi que todos estábamos en esto juntos, todos lidiando con nuestros propios problemas, ya sea mentalmente o con los desafíos que la vida nos lanza… Me di cuenta de que no estaba solo. Esto es lo que me hizo querer hablar y crear un vídeo explicando mi historia; para decirle a la gente que no están solos y que lo mejor que podemos hacer para demostrarlo es expresar nuestras historias, cómo nos sentimos y apoyarnos unos a otros. He aprendido que la ansiedad nunca desaparece del todo, que está más bien en una escala del 1 al 10. La cuestión es cómo podemos mantener ese número lo más bajo posible, encontrar formas de ser felices y estar lo mejor posible mientras perseguimos nuestros objetivos y sueños en la vida sin que nos frenen. El primer paso para mí fue saber que tenía a las personas adecuadas en mi vida y, a partir de ahí, pude dar pasos firmes hacia adelante.
Creo que mi propósito e impulso detrás de esto se alinea muy estrechamente con lo que la ADAA se esfuerza por lograr; una organización con el propósito de concienciar sobre tantas causas como ésta, uniendo a tantas personas no sólo para apoyarse mutuamente, sino para contar sus historias personales sobre la vida con ansiedad. ADAA es una comunidad que ha creado una plataforma positiva y segura para arrojar luz sobre la importancia de unirse para concienciar sobre la salud mental, al tiempo que se demuestra que todo es cuestión de unirse. Es un honor ser parte de eso y de esta comunidad en su conjunto. Me gustaría que cuando empecé a lidiar con todo esto hubiera tenido una comunidad a la que acudir como ésta y que se hiciera más por la ansiedad y la depresión. Dicho todo esto, esta es mi historia.

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Foto: Austin Zeier