RevisiónTé: Una fuente nativa de agentes antimicrobianos

El té (Camellia sinensis) es una de las bebidas no alcohólicas más populares, consumida por más de dos tercios de la población mundial por sus propiedades refrescantes, ligeramente estimulantes y medicinales. Se procesa de diferentes maneras en distintas partes del mundo para obtener té verde, negro, oolong y pu-erh. Entre todos los polifenoles del té, la epigalocatequina-3-galato ha sido responsable de gran parte de las capacidades de promoción de la salud del té, incluidas las propiedades antiinflamatorias, antimicrobianas, antitumorales, antioxidantes, de protección contra las enfermedades cardiovasculares, contra la obesidad y contra el envejecimiento. En la presente revisión, se informa de las actividades antibacterianas, antivirales y antifúngicas de diferentes tipos de té y sus polifenoles, destacando sus mecanismos de acción y la relación estructura-actividad. Además, teniendo en cuenta que los patrones cambiantes de las enfermedades infecciosas y la aparición de cepas microbianas resistentes a los antibióticos actuales, hay una necesidad urgente de encontrar nuevos agentes antimicrobianos potentes como adyuvantes de la terapia antibiótica. El efecto sinérgico de los polifenoles del té en combinación con los agentes antimicrobianos convencionales contra los microorganismos clínicos multirresistentes también se ha discutido en esta revisión.