AmBisome: formulación liposomal, estructura, mecanismo de acción y experiencia preclínica
La anfotericina B es el tratamiento de elección para las infecciones fúngicas sistémicas potencialmente mortales, como la candidosis y la aspergilosis. Para mejorar la eficacia de este fármaco y reducir sus toxicidades agudas y crónicas, se han desarrollado varias formulaciones lipídicas del fármaco, entre ellas AmBisome, una formulación liposomal de anfotericina B. El liposoma está compuesto por fosfolípidos de alta temperatura de transición y colesterol, diseñados para incorporar la anfotericina B de forma segura en la bicapa liposomal. AmBisome puede unirse a las paredes celulares de los hongos, donde el liposoma se interrumpe. Se cree que la anfotericina B, tras ser liberada de los liposomas, se transfiere a través de la pared celular y se une al ergosterol de la membrana celular fúngica. Este mecanismo de acción de AmBisome da lugar a su potente actividad fungicida in vitro, mientras que la integridad del liposoma se mantiene en presencia de células de mamífero, para las que tiene una toxicidad mínima. En modelos animales, AmBisome es eficaz en el tratamiento de infecciones sistémicas tanto intracelulares (leishmaniasis e histoplasmosis) como extracelulares (candidosis y aspergilosis). Debido a su baja toxicidad a nivel de órganos, AmBisome puede administrarse con seguridad a dosis marcadamente altas de anfotericina B (1-30 mg/kg) para el tratamiento de infecciones fúngicas sistémicas. AmBisome tiene una vida media circulante de 5-24 horas en animales, y en modelos animales parece localizarse en los lugares de infección en el cerebro (criptococosis, aspergilosis, coccidioidomicosis), los pulmones (blastomicosis, paracoccidioidomicosis, aspergilosis) y los riñones (candidosis), suministrando anfotericina B que permanece biodisponible en los tejidos durante varias semanas después del tratamiento.